miércoles, 20 de junio de 2007

HISTORIAS DE AMOR Y DESAMOR...dice el titulo

Connotados personajes de nuestra historia reciente, atrapados en una pasión irrefrenable, en el sueño romántico, en la ilusión de encontrar al ser amado o en la pesadilla de perderlo, fueron revisitados por el Premio Nacional de Periodismo Hernán Millas, en el libro Grandes Amores. Aqui entregamos una selección de relatos.

El amor mueve montañas y también influye fuertemente en la historia de nuestro país. Así por lo menos lo cree el periodista Hernán Millas quién acaba de lanzar el libro Grandes Amores (Edit. Planeta), donde recoge la historia de diez notables parejas chilenas.

El Premio Nobel de Literatura Pablo Neruda, es una de las figuras que después de la poesía se hizo célebre con su nutrida vida pasional. Pero Albertina Azócar fue diferente a todas las enamoradas del vate. Ella representó su amor juvenil. Tenía 15 años y él 18 y su idilio se expresaba en miradas furtivas en clases, besos robados en los pasillos del Pedagógico y manos entrecruzadas caminando por la Alameda de las Delicias.
Fue su primera musa la que inspiró gran parte de los de Veinte PoemasAmor y una Canción Desesperada. La que quedó inmortalizada con los versos que toda una generación aprendió: "Me gustas cuando callas porque estás como ausente y me oyes deasde lejos y mi voz no te toca"...
Neruda cuando estaba enamorado se casaba. Pero con Albertina fue distinto. La amaba no en vano, estuvo mas de diez años enviándole cartas desde los distintos lugares en que fue designado embajador. Pero fue ella la que nunca se atrevió a formalizar la relación. "Aunque estaba enamorada de Pablo, fui cobarde y nunca me atreví a tomar la decisión que para mi era demasiado. Debía abandonarlo todo y partir a reunirme con el", confesó en una entrevista muchos años después.
En las cartas el poeta solo había amor "Te mandaré un poema en que te recuerdo y otro beso y algo más, en la alta marea de esta noche. O mañana o pasado, te mandaré otra carta, irán con ella una flor, un lirio o tres alas de mariposa azul. La llamaba "mi niña Netocha" "Arabella", "mocosa mía" o "marisombra . Neruda se dio cuenta de que la había perdido y le dolió enterarse de que ella había dicho que no quiso correr una aventura. "Adios Albertina para siempre, Olvídame y creéme que sólo he querido tu felicidad" Cuatro años después ella se casó con el poeta Angel Cruchaga, uno de los más entrañables amigos de Pablo. Los poemas y las cartas salieron a la luz después de 54 años. En ellas Neruda firmaba como Pablo Paul o Ricardo e incluía dibujos de él y Albertina. En una de las misivas le anuncia que prepara sus "Veinte Poemas de Amor", con muchas cosas dedicadas a tí...

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