Mi hija primera, nació de una rosa
de dalias y lirios nacieron los otros
a danzar estrellas bajaban muy puras
mil rondas de luces blanqueaban la tierra
Su sonrisa tierna, su ademán gracioso
me hicieron buscarle, barbis, plumas y oso,
pero yo en el fondo quería moldear
su alma cristalina mi amor todo dar.
Más no fue posible lo malo ocultar,
y esos dos zafiros, vi después llorar,
la vida me trajo otros dos luceros
a poblar de risas el nuevo sendero.
Y ellos me han cambiado, de una plumada
todo un viejo esquema, que me había formado
mis hijos son eso, nuevas aventuras,
cariño a destajo, uno alegre y gordo
otro serio y flaco.
Mas luego de pronto, risas, renacer
y otra reina hermosa de premio me dieron
pelito moreno, carita graciosa
un carácter firme de toda una diosa,
ella es una dama, un ser especial
hipersensitiva, locuaz y fatal.
Solo a tí recuerdo y no puedo tener,
pues te has ido lejos para no volver
chiquita mi niña, carnecita rosada
en cunita blanca quedaste arropada.
Pero yo lo acepto, pues sé que tú estás
siempre en las alturas, junto al Creador
yo de aqui te mando todito mi amor.
jueves, 15 de febrero de 2007
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