Fuiste solo un suspiro
dulce niña, desesperados gritos
truncados en tu virgen garganta.
No acostumbró tu cuerpo
la salida a este mundo inhóspito
querida hijita mia
gota de rocío mañanera.
Cortada aurora,
de mil arreboles prisionera
florcita prematura, sesgada
yo te amo, te amo tanto...
y a pesar de los años trancurridos
te recuerdo siempre, siempre más.
miércoles, 21 de febrero de 2007
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