jueves, 15 de febrero de 2007

LAMENTO

El bosque tupido y verde
mostraba su alfombra de
heroicas cicatrices silentes.

Estrechos sollozos
y crepusculares movimientos
que iban delineándose
arteramente en grises
llagas sin sonoridad.

El viento rompìa la quietud
mortecina de la virgen aurora
que vienecada día a besar
mis mustios despertares sin ti.

Y aquí estoy, huérfana de espanto
ante este bosque tan herido,
que muestra desmayada magnificencia
de muda trivialidad
urgando imágenes extrañas.

En una pradera sedienta
de "respeto a la vida"
Donde yacen ahogados pistilos
de petunias trasnochadas
decantando actuares primigenios
que no muestran altruísmo.

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